Probó a caminar
erguido, con paso firme, cabeza alta, espalda recta… Extendió el brazo derecho
y con la palma de la mano abierta imitó el movimiento de su homólogo invisible.
Contuvo por un momento la respiración;
las arrugas de la cara en su tensión terminaron por provocar una sonrisa
poco evolucionada propia de un ser alienado.
Está bien –pensaría- hay que trabajar un poco mas el gesto, y ya
está.
Corrió a la procura del sastre más reconocido entre la
comunidad de los pequeños simios para tratar un traje echo a medida : Será de tonos oscuros pero sin caer en la
previsible sobriedad no continental. Que absorba la claridad de los ambientes mas disolutos.
Que anteponga por rigurosa obligación la palabra señor a mi nombre.
Todo un reto en plena
dictadura de camisas holgadas y estampados en la jungla.
Al tercer día hábil de la segunda semana de agosto,
alrededor de las doce de la mañana hora del pacífico, frente a la oficina
central …
Un mono con traje cogía aire por última vez en lo que
restaba de día y su corazón paso de latir a 10000 revoluciones a pararse de
repente. En su rostro hubo una especie SHOCK, como plasma de 54” quebrado, para poco a poco descubrirse una
nueva imagen de seriedad nítida.
Como en ensayos anteriores se dispuso a caminar con firmeza
y seguridad. Saludando comedidamente en el recibidor, doblando corredores con
soltura y un punto de velocidad no casual. Siguiendo el itinerario marcado
hasta llegar a una gran sala de espera en la que nadie esperaba. Y esperó …
A eso de la una de la tarde sonó una alarma muda que movilizo a toda aquella masa de gente
apartándola de un golpe de sus ocupaciones.
Y Tras la breve
agitación reinó la tranquilidad absoluta. El continente sin contenido. El vacío.
Ahora la sonrisa volvía a ser perturbadora, casi risa, casi
carcajada, el objetivo a la vista.
Cada habitáculo y su papelera en medio de la inmensa
cuadricula, llenos de documentos mecánicamente destruidos, folios perforados y
sus restos de lunares. Bolsas y bolsas llenas de nieve de papel…
Esperaban todos en las ramas de la jungla con sus frutas
fermentadas. ..y por fin, por fin la fiesta comenzó.